En Paris Match hablaban además del libro "Un librero enojado" ("Un libraire en colêre") Su autor es Emmanuel Delhomme, ferviente librero desde 30 años. En su libro Delhomme dice que tiene miedo, que los libreros están muriéndose y que para salvar a las pequeñas librerías todos tienen que hacer un esfuerzo. Los editores sobre los precios de los libros, los libreros a adaptarse a las nuevas prácticas de los lectores y a los nuevos cambios hacia la era numérica.
"Pero es difícil - dice el artículo - cuando sólo en Francia salen más o menos 70.000 libros por año y los libreros reciben entre 800 y 1000 obras por semana"
¿Tanta producción cuando las ventas bajan, las librerías cierran, cuando 9 de cada 10 libros no funcionan? Las explicaciones comerciales no son el motivo de este comentario, sino las reflexiones de cómo ayudar a las librerías que dan vida al barrio.
Coincido con la periodista Valentine de Panafieu: comprar "Un libraire en colêre" (o en mi caso comprar “Memorias de un librero” de Héctor Yánover) es “una manera de apoyar a los libreros (…) un gesto casi ciudadano, para no dar vuelta definitivamente la página”.