Pero bueno, esa tarde de cielo gris y llovizna parisina, antes de entrar al cine, di una vuelta por el FNAC de la Gare Saint Lazare. Una vez más me prometí en silencio no volver más, cosa que yo sé que no cumpliré.
Salí mareada de tanta gente y rápido entré al cine “Les 5 Caumartin”, un grupo de cinco salas muy pequeñas en la calle Saint-Lazare. Mientras esperaba que empezara la sesión,vi en el hall de entrada una pequeña biblioteca con algunos libros usados y un cartel que decía: “Les livres à pattes” (¿cómo digo eso en español? ¿Libros andantes? ¿Libros que caminan? ¿Libros con patas? ) con la siguiente explicación:
Los rusos llaman a los papeles que desaparecen “papeles con patas”. Según ellos dicen que esos papeles que perdemos están dotados de vida propia. Que no se pierden o perdemos, ellos mismos eligen su destino.
“Les 5 Caumartin », que junto a “Les Sept Parnassiens”, se inspiraron de esta frase para poner a la disposición de los espectadores y de la gente del barrio “Libros con patas”.
El principio es simple. Uno puede elegir un libro en la biblioteca del cine y llevárselo gratis bajo una sola condición: reemplazarlo por otro. Así los libros circularán libremente, algunos desaparecerán para siempre, otros reaparecerán en los estantes de estas singulares bibliotecas.
Detrás de esta original idea se esconde la idea de compartir dos pasiones: la literatura y el cine. Cuánto más se juegue al juego de las “Libros con patas” ayudaremos a dar vida a los queridos libros.
¿Qué película vi? Nada muy interesante pero al menos descubrí una biblioteca diferente.
Comentarios
Ojalá la iniciativa sea contagiosa.