¿De qué se trata?
Son dos historias paralelas.
Por un lado está la cotidianidad de Mona, una niña de 10 años, su entorno, su familia, su día a día y el momento en el que empieza a perfilarse su posible ceguera. Están sus citas médicas, los controles, avances o retrocesos etc de su enfermedad que no es muy clara.
Por el otro lado, se relata la desición de Henry, el abuelo de Mona, de saltarse la propuesta de los médicos de recurrir a un psiquiatra y llevarla semanalmente a un museo para mostrarle 52 cuadros, 52 obras maestras de la historia del arte para que Mona conozca la belleza de la humanidad a través de las obras de grandes artistas.
Así, ambos recorren 3 de los museos más importantes de París, el Louvre, el Orsay y el Beaubourg, para ver 1 sola obra por semana porque a veces menos es más. Detenerse frente a 1 obra, observarla, contarla, apreciarla, sentirla y compartir impresiones e historias.
¿Qué me parece?
Recién estoy en el capitulo del museo de Orsay porque es un libro denso que opté por leerlo poco a poco, cuadro a cuadro, o de a dos, como si estuviera haciendo el recorrido con Henry y Mona.
La escritura no me convence, las explicaciones de las obras para una niña de 10 años me parecen muy solemnes, eruditas, intelectuales pero bueno, creo que la intención del abuelo es, sobre todo, darle lugar a la mirada de Mona, desde el desconocimiento y la sensibilidad, guiándola, acompañándola durante las 52 semanas.
No sé cuál será el resultado final de esta novela pero les digo que al menos dan ganas de ir, de volver, a estos museos para buscar y ver los 52 cuadros expuestos en el libro. Estoy segura que los miraría de otra forma.
" Los museos son esos lugares donde se conserva lo más bello y humano que el mundo puede ofrecer"
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