El otro día, viendo las informaciones en televisión, hablaban de la nueva moda de robar los caños de escape de los autos para revender catalizadores, cables o vaya a saber qué. Cuando vi a la policía explicando cómo los malechores hacen estos robos, con explicaciones e imágenes muy precisas, me acordé de una vieja nota de Javier Marías.
La nota, que guardé en su momento, se llamaba ¿Nadie piensa?
Lamentablemente no encontré el enlace para compartirlo pero hablaba sobre el poco reparo que tienen las "fuerzas del orden" para relatar en televisión, con pelos y señales, los robos, el cómo, los errores cometidos por los delincuentes y con qué métodos se los descubren. Seguro que piensan que dando a conocer tanto detalle van a darles miedo o van a persuadirlos de no entrar, de no robar, de no atacar.
Vuelvo a mis caños de escape porque en el reportaje explicaban todo, todito.
Para qué se los roba, qué se obtiene de ellos y hasta consultaban a un mecánico que contaba cómo y por dónde se cortan y se desmantelan los caños.
Y ahí yo, como Javier Marías, quedé pasmada.
"...yo estaba pasmado - decía el autor en su nota - porque enseguida me figuré a todas las bandas de delincuentes tomando aplicada nota en un bloc mientras veían ese Telediario..." para comprar lo necesario, mejorar sus atracos o para engañar hasta al más adiestrado perro o policía.
Como decía J.M "...El Ministerio del Interior, la Policía y los medios, todos al servicio de los criminales. En este estúpido país, ¿nadie para, alarmado, las piedras contra el tejado propio? ¿Nadie piensa?"
Comentarios