El placer de ordenar y reordenar mi biblioteca, subir, bajar, cambiar de un estante a otro mis libros me permite reencontrarme con buenas lecturas. Esta vez fue con "Carroza y Reina" del escritor argentino Isidoro Blaisten.
Lo hojeé buscando la fecha de lectura (siempre las anoto en algún rincón) y no la encontré pero sí me topé con la dedicatoria tan cierta de Isidoro a mi madre. Y claro, antes de volver a acomodarlo en el estante de autores argentinos, me regalé la relectura de algunos de sus estupendos cuentos como La última decoración, Permiso, maestro y su Epílogo y otras maneras (donde se mencionan tantos nombres conocidos, de esos que sonaban en mi casa, entre mis padres).
Finalmente, mi obsesión por acomodar y reacomodar la biblioteca da sus buenos frutos y mejores momentos.
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