Y sí, Amazon ganó la batalla. No quería suscribirme para no agregar más distracción a mis noches pero Amazon ganó y finalmente, la semana pasada, lo hice para poder ver ARGENTINA,1985, la película que presenta el histórico juicio a la cúpula militar por crímenes de lesa humanidad a través de la figura de un funcionario, el fiscal Julio César Strassera.
La historia en la pantalla comienza unos meses antes del inicio del juicio, cuando la Cámara Federal —en cumplimiento de la ley 23.049, promulgada por el gobierno de Alfonsín— por primera vez en la historia, decide tomar en sus manos el juzgamiento a los dictadores, ya que el tribunal militar que correspondía en primera instancia no avanzaba por no estar o no dispuesto a juzgar a su propia familia.
Antes que nada, quiero aclarar, y coincido, que como dice una crítica de la revista española-mexicana Letras Libres. "comentar una película o un libro es totalmente independiente de si pensamos que los acontecimientos que se describen son importantes y dignos de ser contados..." por eso voy a separar en dos mi pequeño comentario.
Estoy segura de que con el primero muchos no estarán de acuerdo conmigo (o quizás sí) y con el segundo estoy segura que muchos me acompañarán en el sentimiento.
1. Argentina,1985, la primera película de ficción que llevó a la pantalla grande ese juicio histórico es sin duda una buena película política, histórica, conmovedora, con un buen guion "que, en dos horas, logra contar la historia permitiendo que muchísima gente ajena al tema se interese por lo sucedido pero en ese mismo movimiento pueden borrarse de la trama cuestiones que necesitan matices, desarrollos y precisiones" - como decía una comentario que leí y que me pareció muy acertado.
Me pareció que como película, desde lo fílmico, para mi gusto, no es una gran película. Le falta empuje, tensión, un prólogo. Va directo al grano sin una presentación previa. No me gustó y no sé si alguien que no conozca la historia podría seguirla. La encontré muy argentina.
Sé que el foco de la película está en los hechos y en el trabajo de la fiscalía, pero siento que la película va directo a la emoción quitándole un poco de fuerza histórica. Pensé en películas clásicas como “Vencedores o vencidos”, “Algunos hombres buenos” y hasta alguna más reciente como “Los 7 de Chicago”. Solo algunos ejemplos.
Dicho esto, pasó al segundo punto. Quizás el más difícil.
2. En 1985, la Argentina vivía a pleno una democracia recién estrenada pero la alegría de vivir en libertad no hacía olvidar los años de la dictadura. El dolor estaba ahí, a flor de piel y este juicio, el juicio que cambió la historia del país fue, no un punto final de un período negro de la Argentina porque las heridas fueron muchas, pero sí un sentimiento de justicia y alivio. Sentenciar a los responsables fue algo inaudito que despertó impacto mundial, siendo único e inesperado en Argentina y el mundo, solo comparable al Juicio de Nuremberg.
Santiago Mitre (director) y Julio Llinás, ambos guionistas de esta película, han hecho un buen trabajo, sin duda, porque nos han hecho revivir hechos, testimonios que cambiaron para siempre la historia de la Argentina pero, insisto, me parece que le falta algo de fuerza.
Ricardo Darín, el gran protagonista de esta película (y de la historia) como el fiscal Julio César Strassera, cumple con su rol, como era de esperar de Ricardo Darín
Peter Lanzani no se queda atrás en el papel de Luis Moreno Ocampo. El seguimiento de los preparativos, la corrida contra el tiempo, el grupo de jóvenes dispuestos a escuchar tantas atrocidades (aunque con algunos altos y bajos en la actuación) y los testimonios son escenas perturbadoras porque Argentina,1985 es la historia argentina.
Es la historia de millones de argentinos que vivieron con miedo, con tristeza, cautela y angustia. Es el silencio, el exilio, las listas, madres desesperadas,vidas quebradas. Cuando algunos extranjeros interesados me preguntan, siempre digo que yo crecí en un ambiente intelectual donde la dictadura hizo estragos, donde no había un día que no viera a mi padre llegar con la sombra de las noticias cuando volvía del diario La Nación de Buenos Aires, donde trabajaba; donde pasaba un día que no viera a mi padre preocupado cada vez que, nosotros, hijos jóvenes, casi adolescentes despreocupados, salíamos a la noche; donde no había un día que no escuchara a mi padre susurrarle a mi madre alguna mala noticia (quizás esto también lo hacía en la época anterior a la dictadura pero, yo, muy chica, seguro que tenía menos conciencia de la realidad política de los años 70, de los años de atentados y bombas)
Terminé de ver Argentina,1985 conmovida, sin pensar en la cantidad de buenas y malas críticas que había leído desde que la película se había estrenado, sin pensar en si tiene clichés o no o en cuánto se saltaron los guionistas de la verdadera y cruel historia y sin siquiera tener en cuenta el estilo hollywoodiano con el que está siendo recibida en el exterior.
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| Ernesto Sabato y Raúl Alfonsín en la entrega del informe final conocido como el Nunca Más |
Cuando Darín, es decir Strassera, lee el alegato, la única instancia del juicio en la que todos los comandantes procesados estuvieron obligados a estar allí, sentados en el banquillo de los acusados, mientras uno de ellos leía la Biblia casi ignorando su destino, después de pedir las condenas, dice: “Señores jueces: quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: ¡Nunca más!” , aplaudí, como si yo misma hubiera estado presente en la sala.
El juicio terminó hace mucho, muchos de los acusados murieron bajo condena, las cifras de desaparecidos se siguen discutiendo como si eso cambiara el horror, lo que debe tenerse en cuenta es que la película consiguió aflorar un tema que parecía cerrado y casi olvidado y nos hizo revivir un juicio que tuvo una importancia social indiscutible.
Un punto más a favor: en una Argentina, donde muchos "indecentes" siguen viviendo libremente, donde muchos "indecentes" siguen actuando en política y no han pagado por nada de lo hecho y dicho, donde la justicia está tan vapuleada, desvalorizada, desacreditada, Argentina, 1985 permite ilusionarse con una justicia valiente, honesta para construir una Argentina mejor, una Argentina que necesita urgentemente ser mejor.
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