Cuando se moría alguien "famoso", mi madre lloraba y se lamentaba como si los hubiera conocido de toda la vida. Podía ser Grace Kelly como Violeta Rivas. Podía ser Nito Mores como Lady Di. Yo me sonreía ( y hasta me reía verla tan conmovida frente a tal o cual noticia)
Los años han pasado. Crecí y ahora soy yo la que lloro, como ella lo hacía, por alguien al que solo conozco por el cine y en el cine.
Jacques Perrin murió. El actor que fue uno de los protagonistas (junto al inolvidable Philippe Noiret) de una de las películas que más me emociona: Cinema Paradiso.
Y aquí estoy, como una tonta, llorando como cuando murió Aznavour, Belmondo, Almudena Grandes, Morricone y tantos, tantas más que se van y nos dejan sus imágenes en el cine, en la música, en los libros que ya es mucho aunque a veces no alcance.
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