Ir al contenido principal

LO QUE VI - SERIES

Hace un mes leí en el diario español El País : 

" Unorthodox se llevó carretones de premios en medio mundo, incluido un Emmy, porque a los hípsters laicos de ese medio mundo nos emocionó su épica racionalista: una chica frágil y sometida que vence a la secta de fanáticos jasídicos en la que ha crecido. La segunda parte era un engrudo de autoayuda, pero incluso los que no pudimos tragarlo concluimos que la serie estaba muy bien. En mi caso, se debía a que no había visto aún Shtisel, cuya última temporada acaba de estrenarse en Netflix" . 

Ya había visto Unorthodox, me había interesado pero no más que eso pero cuando vi Shtisel , ahí sí, ahí sí que me enganché. 

Shtisel (3 temporadas, 33 episodios) es la historia de cuatro generaciones de una familia judía jaredí que vive en el barrio ultraortodoxo de Geula, en Jerusalén y el eje central gira en torno al patriarca, el rabino Shulem Shtisel, recientemente viudo, su trabajo, sus hijos, sobre todo su hijo más joven, el guapo Akiva. 

No es una serie sobre la religión, aunque obviamente forma parte, está ahí, presente a todo momento, es una serie sobre la gente, sobre el amor, las pérdidas, los afectos, la soledad, los sueños, deseos, los lazos familiares, prohibiciones y permisos. Una serie que narra la vida cotidiana de sus personajes, que al margen de sus creencias y tradiciones, con pinceladas de humor, ternura y sensibilidad, hacen lo que hacemos todos: vivir, sencillamente vivir. 

En otro artículo, la revista española Jot Down decía: 

"Shtisel no fue escrita para los judíos jaredí sino para todos nosotros, para los que no somos capaces de verlos ni aunque pasemos a su lado (...) Lo que demuestra Shtisel es que se consigue más empatía no contando las historias desde la pena. Que en un momento en el que las series se escriben casi a la carta para conectar con ciertos sectores de la población, centrándose en puros estereotipos, el retrato del natural consigue conectar la humanidad que habita en nosotros y enseñarnos que en el fondo, nuestra familia y la de un rabino jaredí de Jerusalén no son tan distintas..."

Me pareció una joyita. Una historia bien contada, sutil, cuidada, con frases estupendas y que no caricaturiza a nadie. Shtisel presenta a gente que se enfrenta a conflictos, tradiciones, temores, problemas generacionales como muchos de nosotros y sin la necesidad "comercial" de recurrir a efectos especiales, violencia o historias extravagantes para que la valoremos.   

 
Mis comentarios son los de una simple espectadora

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿#JesuisCharlie...mucho, poquito o nada?

Todos estamos al tanto de los atentados en Paris, de Charlie Hebdo, de los 17 muertos, de las marchas, el apoyo, las palabras de unos y de otros. Para muchas personas en Francia y en el mundo, los hechos fueron un golpe muy duro para la libertad de expresión, para la tolerancia y la fraternidad. Muchos lo llamaron el "11 de septiembre francés" aunque personalmente, creo que estuvo bien lejos de la imagen de las torres gemelas derrumbándose... pero pasado el shock de los primeros días y con la desmesura de información y de imágenes que se han recibido, yo solo intenté poner orden algo de lo que había leído para entender el #JesuisCharlie que apareció en todos lados. Tomé prestado párrafos. Marqué lo que me llamó la atención y lo que me identificaba de alguna u otra manera. Y así estoy... sacando conclusiones.   Elvira Lindo empezó su columna en El País crudamente (  http://goo.gl/Rhn6nG )  " Venga, venga, antes de que se enfríen los cuerpos del tío Be

El sueño de Dickens

Muchos de nosotros descubrimos esta pintura " Los sueños de Dickens " en la película  Hereafter (Más allá de la vida) de   Clint Eastwood.  Aunque ésta no haya sido una de mis películas preferidas del director  (me gusta más el Eastwood de Million Dollar Baby, Mystic River o Los puentes de Madison) reconozco que me gustó su  fotografía y el instante que Matt Damon se para frente al cuadro de los sueños de Charles Dickens .  No es la única referencia que se hace a la obra del autor en el film. L as imágenes de Londres, la visita a la residencia del escritor ,  los audio-libros de  Dickens  que utiliza George (Dammon) para conciliar el sueño,  el retrato del escritor colgado en la pared de su casa, el personaje de Marcus como niño desamparado son verdaderos tributos que Eastwood hace a Dickens.   El cuadro " Los sueños de Dickens "  es una obra inacabada del pintor victoriano  Robert W. Buss , que fue gran admirador de la obra y de la vida de Dickens. El pi

¡Corre caballo!