Enric Marco es un impostor, lisa y llanamente UN GRAN IMPOSTOR. No es el primero, ni el único porque la lista de grandes impostores de la historia es larga. Si uno busca Enric Marco Batlle en Wikipedia encontrará que nació en Barcelona en 1921, que es un sindicalista, que ejerció como Secretario General de la Confederación Nacional del Trabajo y como Presidente de la Amicale de Mauthausen, Asociación de víctimas del nazismo de España y que en 2005 alcanzó fama internacional, luego de descubrirse que había falseado datos de su biografía para aparecer como superviviente de los campos de concentración nazis de la Segunda Guerra Mundial. Y es sobre él, sobre la impostura, que trata el libro EL IMPOSTOR del escritor español JAVIER CERCAS.
Javier Cercas investigó la vida de Enric Marco a través del testimonio del propio protagonista y de quienes lo conocen o conocieron pero no para rehabilitarlo ni justificarlo sino para contar la verdad. La historia de Enric Marco es fantasmagórica, es increíble, es insólita, es moralmente aberrante, es genial, todo eso junto. Logró ser un líder sindical sin ningún pasado sindicalista, ser símbolo de la resistencia antifranquista sin haber opuesto resistencia al régimen y convenció a autoridades, periodistas, historiadores y público sobre su paso por el campo de concentración de Flossenbürg. Su engaño como deportado convenció a millones y Marco, con su falso personaje, sus mentiras, falsedades y fraudes se convirtió en leyenda. Parece inexplicable pero de grandes impostores está lleno el mundo.
De impostores "posguerra" hubo muchos y los recuerda Cercas en el libro. Muchos se fabricaron un pasado asegurando haber estado en los campos nazis ya sea por la idea de convertirse en mártir, otros porque el gobierno pagaba una compensación a los judíos que habían estado en campos o guetos o porque lo vivido había sido tan terrible que podía distorsionar cualquier recuerdo. Jerzy Kozisnki, Benjamin Wilkomirski, Herman Rosenblat , Misha Defonseca o Deli Strummer son algunos de ellos.
También hay impostores arbitrarios que nada tienen que ver con el Holocausto como Frank W. Abagnale (el que llegó a inspirar la película Atrápame si puedes que dirigió en 2002 Steven Spielberg); Victor Lustig, considerado por muchos como el mayor embaucador de todos los tiempos; Anna Anderson , supuesta Anastasia Romanov, la hija superviviente del zar Nicolas II, Ferdinand Demara, el 'Gran impostor', el sobrenombre con el que pasó a la historia que inspiró la película en la que fue interpretado por Tony Curtis. Frédéric Bourdin, apodado 'El camaleón', ese francés que asumió la identidad de un estadounidense desaparecido y convenció a la familia de que era su hijo.
Hay más, muchos más, pero el caso de MARCO es un caso muy particular. Creó su personaje de deportado, un deportado español, superviviente del Holocausto , uno de los más de 9000 españoles deportados a los campos nazis y vivió durante años de su falsa identidad logrando una notoriedad, un reconocimiento al que nadie había llegado.
Ahora bien ¿cómo lo hizo? Hay mucho material del cómo y el cuándo del CASO MARCO que estalló en el 2005 pero Javier Cercas logró contar esta increíble historia real en esta novela, una novela con realidades, mentiras, locura y sobre todo con verdades, porque como dice Cercas, él necesitaba contar la verdad, toda la verdad.
Una novela de investigación casi periodística, de encuentros, desencuentros, peleas, indecisiones, dudas, reparos. Muchos años le llevó a Cercas dar por terminada esta historia, la historia de alguien que no hizo nada por la verdad, incapaz de afrontar la realidad y menos de pedir perdón.
En la contratapa del libro dice " Una fascinante novela sin ficción saturada de ficción. La ficción no la pone el autor; la pone Enric Marco..." porque todo en Marco es ficción. Marco tuvo todo lo que quiso y se propuso. Era reconocido, querido, aceptado. Era un héroe. Daba charlas en todas partes, aparecía en los medios de comunicación, lo invitaban para que contara su experiencia como "deportado" y hacía honor a los que se llamó "memoria histórica" . Era una especie de estrella de rock hasta que...hasta que...hasta que en 2005 —justo cuando iba a intervenir en una celebración en el campo de Mauthausen, como representante español de las víctimas, en presencia del presidente español de entonces Rodríguez Zapatero— fue desenmascarado, su mentira desmantelada y dejó a la opinión pública con la boca abierta.
Enric Marco no fue un activo combatiente en la Guerra Civil, ni un resistente que se exilió, ni fue cautivo en un campo nazi, ni militante antifranquista. Estuvo siempre donde estaban todos, con la inmensa mayoría, evitando comprometerse, buscándose la vida, huyendo del pasado - decía la crítica del diario El País.
Este libro, que tiene a sus dos personajes principales, Marco y el propio Cercas, en un tiro y afloje permanente, me costó leerla porque haymuchos datos de una España desconocida para mi pero durante todo el libro no dejaba de preguntarme (como seguramente lo hicieron muchos) sobre la personalidad de Marco. ¿Fue un mal tipo al engañar a tanta gente? ¿de forma tan cruel y durante tanto tiempo? ¿Cómo podía mirarse al espejo todos los días sabiendo que engañaba a tantos, hasta a su propia familia? ¿es un enfermo, un enfermo de la mentira, un fabulador, un narcisista? ¿es un pobre hombre o un genio? ¿Se pude vivir toda la vida con la mentira y entre mentiras?
Como dice Cercas: la ficción salva, la realidad mata, una premisa que resuena insistentemente a lo largo de la novela ¿Por eso Marco se inventó ser otro, en vivir tantas vidas para salvarse de su realidad y sus recuerdos de haber nacido en un manicomio, de una madre loca, de un padre que lo abandonó?
En fin, más allá del personaje real, de la exhaustiva investigación de Cercas , de la construcción de esta novela sin ficción que no tiene intención alguna de defender o justificar los actos de una personalidad tan oscura como la de Marco, hay dos pequeños párrafos del libro que retengo.
El primero es, casi al final del libro, un dialogo imaginario (el único que se permitió el autor) entre Marco y él:
(En boca de Marco) "... Yo pude vivir con la mentira. Y ahora, cuando usted termine su libro, viviré con la verdad, con la verdad completa. No lo dude. Yo puedo con todo, Javier. Con todo. Yo soy Enric Marco. No lo olvide. Cuando estalló mi caso creyeron que me acobardaría, que me hundiría, que nunca más saldría a la calle, que me suicidaría.... Yo no me suicidio (...) y no me suicidé. Me defendí. Y aquí me tiene. Es verdad: cometí un error; estamos de acuerdo: quizá no debí hacer lo que hice. Pero ¿nadie más cometió un error? ¿Y los periodistas y los historiadores que se tragaron mi historia sin decir ni pío? ¿Ellos no se equivocaron? .... ¿y a quién hizo daño mi error?
Y el segundo, lo dice una de las tantas personas que Cercas conoció a lo largo de la investigación sobre el caso Enric Marco
"... yo entiendo que se enfadara con él la gente a la que engañó: al fin y al cabo les había tomado el pelo; hasta entiendo que todo el mundo se enfadara un poco con él, porque engañó a todo el mundo. Lo que no entiendo es que se encarnizasen con él como se encarnizaron, cuando hay por ahí tantos sinvergüenzas que provocan muertes, han robado y han hecho toda clase de porquería y no es que nadie se meta con ellos: es que todo el mundo les lame el culo..."
Hay otros dos nombres que a mí me parecen fundamentales y que sin ellos no estaríamos ni hablando ni leyendo sobre este impostor.
Uno es Benito Bermejo, el tenaz historiador que descubrió el fraude de Enric Marco, que estudió y demostró que Marco no había estado nunca en el campo de concentración de Flossenbürg. Sin Benito Bermejo es muy probable que el fraude no se hubiera conocido nunca y que Marco se hubiera llevado este engaño a su tumba. El otro es el cineasta y productor argentino Santiago Fillol que, junto con Lucas Vermal realizaron la película “Ich bin Enric Marco” (“Yo soy Enric Marco” traducido del alemán). Santiago se reunió un par de veces con Javier Cercas y en uno de esos encuentros, le dijo algo muy perspicaz:
“Enric no se quita nunca la máscara. Siempre está actuando, siempre está haciendo el discurso que en cada momento le interesa. Con nosotros construyó el discurso de la víctima. Contigo está construyendo el discurso del arrepentimiento y del perdón. Pero Enric no se arrepiente de nada, ni pide perdón nunca. Simplemente considera que ahora lo que le conviene es eso. Nada más“.
Javier Cercas en una entrevista dijo: "Marco es lo que somos... pero a lo bestia (...) quería que lo quieran, como todos ". Enric Marco es EL IMPOSTOR , el hombre que, después de muchos años, se inventó una vida para no resignarse a su realidad. Lo hizo mintiendo, engañando, inventando una historia trágica para convertirse en héroe y con un egoísmo y una locura que solo él pudo considerar inofensivo y tanto lo consideró así que nunca ha pedido perdón: " Lamento las consecuencias de lo que hice pero pedir perdón ¿perdón por qué? , si yo no he cometido ningún crimen" - insistió Marco bajo las sombras de su vida, una vida de mentiras.
Mis comentarios son los de una simple lectora.
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