Hoy se fue Ennio Morricone, el genial Ennio Morricone, el compositor italiano, el hombre de las 500 películas como se lo conocía. El maestro falleció en Roma, a los 91 años, dejando una obra increíble.
A mi me deja una tristeza muy grande porque, no sé ustedes, cada vez que escucho la banda sonora de películas como La Misión o Cinema Paradiso, lloro a mares, a pata suelta…mismo ahora, escribiendo esto, no puedo secarme las lágrimas ni sacarme de la cabeza esa magnífica escena de Cinema Paradiso, esa mágica escena del legado que Phillipe Noiret le deja a ese niño, ya adulto, que mira, solo, en la sala de proyección, los trozos de películas censuradas, de besos. ¿Se acuerdan de esa escena? Una de las más lindas del cine.
Morricone nació 1928 en Roma y comenzó a componer a los seis años. A los diez, se inscribió en un curso de trompeta, estudió composición, orquesta y órgano. Muchos años de trabajo y esfuerzo para saltar a la fama en los años 1960 con bandas sonoras para exitosos spaghettis wésterns, como “Por un puñado de dólares” y “El bueno, el malo y el feo”. Compuso unas 500 bandas sonoras, melodías que millones de personas, cinéfilas o no, conocemos o tarareamos sin tener en la memoria a su autor.
El creador de tanta música inolvidable recibió en el año 2007 un Óscar honorífico por su grandiosa carrera. Fue premiado con Globos de Oro y Grammy, compuso óperas y canciones para artistas como Paul Anka, Mina, Milva, Zucchero y Andrea Bocelli y en 2016 recibió otro Óscar, por la película ""Los ocho más odiados", de Tarantino. En el 2018 puso el broche de oro a su carrera con una gira mundial de despedida y el último 5 de junio recibió el Premio Princesa de Asturias de Las Artes 2020.
Ennio Morricone se despidió de este mundo con una carta de despedida muy conmovedora, una carta que solo un alma sensible pudo escribir, que empieza diciendo:
“Yo, Ennio Morricone, he muerto. Lo anuncio así a todos los amigos que siempre me fueron cercanos y también a esos un poco lejanos que despido con gran afecto”, explica que solo hay una razón para despedirse de este modo: “No quiero molestar”.
Saluda a sus amigos, a sus hermanas:
"Un saludo lleno, intenso, profundo a mis hijos Marco, Alessandra, Andrea y Giovanni, mi nuera Mónica y a mis nietos, Francesca, Valentina, Francesco y Luca. Espero que entiendan cuánto los he amado"
Y por último despide a María (su mujer).
"A ella renuevo el amor extraordinario que nos ha mantenido juntos y que lamento abandonar. A ella es mi más doloroso adiós"
No sé si puedo seguir comentando algo más.
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