2000, el año en el que muchos nos habíamos imaginado estar volando como los personajes de la serie Los Supersónicos no fue así.
El primer mes del año 2000 me encontró a bordo de un avión destartalado, sin cinturones de seguridad, con asientos flojos con dirección a LAOS. El trayecto era corto y me acuerdo haber rezado todo el viaje para que llegáramos sanos y salvos. ¡Nunca tuve tanto miedo! Y llegamos, llegamos.
Primero fue Vientián, después Luang Prabang, esa ciudad maravillosamente serena y famosa por sus templos budistas.
Están considerados como los más lindos (y para mi los más elegantes) del sureste asiático (junto a los de la ciudad de Bagan (Pagan) en Birmania (Myanmar) )
Desde 1995, la Unesco la incluyó en su lista de Patrimonio de La Humanidad, gracias a la conservación de una mezcla tradicional laosiana y de la arquitectura colonial francesa.
Desde 1995, la Unesco la incluyó en su lista de Patrimonio de La Humanidad, gracias a la conservación de una mezcla tradicional laosiana y de la arquitectura colonial francesa.
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