Estas semanas son semanas muy complicadas. Todos las estamos viviendo, sintiendo. En muchos países la situación es muy muy grave, en otros la tragedia recién empieza.
La protagonista es Jocelyne (o Jo) propietaria de una agradable mercería en pequeña ciudad francesa y escribe un blog sobre costura y manualidades que cuenta con miles de
seguidores. Jocelyne está casada, tiene dos hijos, que ya no viven en la casa, y
tiene la nostalgia de ciertas ilusiones no cumplidas.
En España, de donde escribo, al día de hoy hay más de 18 mil muertos por el coronavirus y sabiendo que, por ahora, la única vacuna es el cumplimiento de #QUEDARSEENCASA y la responsabilidad, seguramente tenemos un momento para hacer nuestra lista de deseos, sobre todo de esos llenos de esperanza y de buenos deseos.
Por eso, viendo este panorama tan triste, busqué algún libro para comentar y distraerme. Descarté de lleno los libros de pestes y pandemias, esos que muchos sitios recomiendan. Después, los ambientados en la guerra porque bastante tenemos con la
que se está librando con el coronavirus y por último desterré los de ciencia ficción (buenos o malos) que anuncian el fin
del mundo.
Finalmente recuperé una novela que solo por su título me pareció la más acertada para comentar. Se llama LA LISTA DE MIS DESEOS del francés Gregoire Delacourt. Es una novela corta, amena, ingenua que había leído hace mucho y que tuve la oportunidad de ver su versión en teatro y en cine.
Un día, sus dos mejores amigas, dueñas de la peluquería vecina, la incitan a jugar a la lotería. Jo guarda preciosamente el billete y a los pocos días ¡BOOM!!! la noticia la sorprende: su billete fue el elegido. Jo ganó la lotería y ganó muchos millones. No le cuenta a nadie. Solo ella sabe que la esperan millones de euros y la posibilidad de hacer todo lo que quiera. Y es a partir de ese momento que la protagonista, antes de ir a
cobrar su fortuna por el temor de que su vida se descontrole, decide hacer
UNA LISTA ENUMERANDO TODOS SUS DESEOS.
Desde una lámpara para la mesa de la entrada, hasta una nueva cortina para la ducha. Todo suena ridículo y lo es, pero bueno al fin y al cabo estamos hablando de una novela. No hay que ser ingenuos. Todos tenemos una vaga idea de lo que haríamos si ganáramos el gran premio de la lotería pero estamos hablando de literatura, de historias, de imaginación entonces, aunque solo para distraernos, quizás podríamos fantasear en hacer una lista de nuestros deseos, de esos profundos deseos, los más sinceros, lo que más importa, los que tienen valor porque el panorama actual es bastante triste, preocupante.
Desde una lámpara para la mesa de la entrada, hasta una nueva cortina para la ducha. Todo suena ridículo y lo es, pero bueno al fin y al cabo estamos hablando de una novela. No hay que ser ingenuos. Todos tenemos una vaga idea de lo que haríamos si ganáramos el gran premio de la lotería pero estamos hablando de literatura, de historias, de imaginación entonces, aunque solo para distraernos, quizás podríamos fantasear en hacer una lista de nuestros deseos, de esos profundos deseos, los más sinceros, lo que más importa, los que tienen valor porque el panorama actual es bastante triste, preocupante.
En España, de donde escribo, al día de hoy hay más de 18 mil muertos por el coronavirus y sabiendo que, por ahora, la única vacuna es el cumplimiento de #QUEDARSEENCASA y la responsabilidad, seguramente tenemos un momento para hacer nuestra lista de deseos, sobre todo de esos llenos de esperanza y de buenos deseos.
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