Cuando yo empecé a leer cosas serias, mi padre me regaló HOJAS DE HIERBA del poeta WALT WHITMAN (1819-1892), el libro de poemas que el autor estadounidense escribió a lo largo de su vida.
Si uno busca en Wikipedia, el resultado de la búsqueda dirá entre otras cosas:
"...Los poemas de Hojas de Hierba están conectados entre sí, cada uno representando la celebración de Whitman de su filosofía de la vida y de la humanidad (...) El estado de Hojas de Hierba como una de las colecciones más importantes de poesía estadounidense ha significado que, con el tiempo, varios grupos y movimientos la han utilizado, y el trabajo de Whitman en general, para promover sus propios fines políticos y sociales...." y da algunos ejemplos.
Se imaginan que intentar escribir algo sobre Whitman, para muchos el fundador de la poesía americana, la voz libre de América y conocido como el poeta de la democracia, sería un despropósito de mi parte.
Sólo unas líneas de la sección CÁLAMO. Se llama SOÑÉ EN UN SUEÑO
Cálamo (Kalamo), hijo de Maender, Dios del Río, era un personaje de la mitología griega amante de Carpo (Karpo), hijo del Céfiro y de la ninfa Cloris, un joven de deslumbrante belleza, cuando este murió ahogado, Cálamo fue convertido en un tallo que crece junto a ríos y lagos. Desde la Edad Media, el Cálamo ha devenido en símbolo de la homosexualidad, y la palabra calamita en sinónimo de homosexual.
Hacia 1860, en la tercera edición de Hojas de Hierba, Whitman agrega la sección “Calamus” y utilizaría esta simbología para introducir un significado nuevo en las amistades entre hombres. Whitman celebra “la unión varonil”, “el robusto amor”, “el dulce amor de los camaradas”. En un inicio, trataron de disuadirlo a retirar ciertos versos de “percibida obscenidad”, pero —aunque el poeta lo escuchó con mucha atención— se rehusó a hacerlo. La Sociedad para la Supresión del Vicio, en Filadelfia, le negó la licencia para publicarlo, por considerar que se trataba de “un libro inmoral”. poco conocida es la vida homosexual de Walt Whitman. Fue discreto y siempre arrojó un velo sobre la naturaleza de sus relaciones. Pero, desde un inicio, “Calamus” provocó la fascinación y curiosidad de sus lectores. Hay mucho para leer sobre el tema.
La primera edición, con apenas una docena de poemas, fue publicada en 1855. El propio autor compuso la tipografía y escogió la tela —verde marroquí— de la portada. En las sucesivas ediciones, el único poemario de Whitman, fue ganando espesor y altura.
Si uno busca en Wikipedia, el resultado de la búsqueda dirá entre otras cosas:
"...Los poemas de Hojas de Hierba están conectados entre sí, cada uno representando la celebración de Whitman de su filosofía de la vida y de la humanidad (...) El estado de Hojas de Hierba como una de las colecciones más importantes de poesía estadounidense ha significado que, con el tiempo, varios grupos y movimientos la han utilizado, y el trabajo de Whitman en general, para promover sus propios fines políticos y sociales...." y da algunos ejemplos.
Se imaginan que intentar escribir algo sobre Whitman, para muchos el fundador de la poesía americana, la voz libre de América y conocido como el poeta de la democracia, sería un despropósito de mi parte.
Por eso solo quería contar que, el otro día, pasé por la librería (una vez más) y vi esta edición en la vidriera. Me gustó el formato, el color y las hojas de portada. Me acordé de ese viejo ejemplar que me había regalado mi padre, que conservé durante un tiempo y que perdí de vista. No pude resistirme y entré a comprarlo.
Ahora uno puede encontrar y leer los poemas de Whitman por todos lados con un solo clik en un teclado pero yo compré el libro, lo compré para volver a atesorar poemas como CANTOS DE DESPEDIDA, GRANDES SON LOS MITOS, HABÍA UN NIÑO QUE SALÍA TODOS LOS DÍAS, poemas que alguna vez me acompañaron y me dieron aire de joven intelectual.
Sólo unas líneas de la sección CÁLAMO. Se llama SOÑÉ EN UN SUEÑO
Soñé en un sueño que veía una ciudad inexpugnable a los ataques de todo el resto de la tierra,
soñé que era la nueva ciudad de los Amigos,
nada era más grande allí que la cualidad del amor vigoroso,
iba al frente de las demás,
se la veía en cada momento en las obras de los hombres
de esa ciudad,
y en sus miradas y palabras.
Cálamo (Kalamo), hijo de Maender, Dios del Río, era un personaje de la mitología griega amante de Carpo (Karpo), hijo del Céfiro y de la ninfa Cloris, un joven de deslumbrante belleza, cuando este murió ahogado, Cálamo fue convertido en un tallo que crece junto a ríos y lagos. Desde la Edad Media, el Cálamo ha devenido en símbolo de la homosexualidad, y la palabra calamita en sinónimo de homosexual.
Hacia 1860, en la tercera edición de Hojas de Hierba, Whitman agrega la sección “Calamus” y utilizaría esta simbología para introducir un significado nuevo en las amistades entre hombres. Whitman celebra “la unión varonil”, “el robusto amor”, “el dulce amor de los camaradas”. En un inicio, trataron de disuadirlo a retirar ciertos versos de “percibida obscenidad”, pero —aunque el poeta lo escuchó con mucha atención— se rehusó a hacerlo. La Sociedad para la Supresión del Vicio, en Filadelfia, le negó la licencia para publicarlo, por considerar que se trataba de “un libro inmoral”. poco conocida es la vida homosexual de Walt Whitman. Fue discreto y siempre arrojó un velo sobre la naturaleza de sus relaciones. Pero, desde un inicio, “Calamus” provocó la fascinación y curiosidad de sus lectores. Hay mucho para leer sobre el tema.
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