Murió Fernando Báez Sosa de 19 años a golpes. El 17 de enero del 2020, por la noche, Fernando Báez Sosa fue brutalmente golpeado en la puerta de una discoteca de la localidad balnearia de Villa Gesell (Argentina) por un grupo de 10 jóvenes. Fernando fue trasladado por una ambulancia al hospital pero falleció a los pocos minutos.
Leo una nota y muchas más sobre este horror. Leo tweets y tweets terribles y frente a este horror, frente a esta salvajada, las preguntas son muchas.
¿Hay que poner a todos los rugbiers en la misma bolsa? ¿Hay que cuestionar al rugby y sus reglas? Hay que considerarlo un deporte que incita a la violencia? ¿Hay pactos de silencio y reglas que en rugby no se rompen por nada ni por nadie? ¿Deporte elitista? Sinceramente creo que estas preguntas no tienen ningún sentido cuando muere un chico de 19 años a golpes. ¿Qué puede importar? ¿A quién puede importarle leer la lista de los rugbiers más violentos?
Para la Justicia, los rugbiers (que podrían haber sido futbolistas, ingenieros, contadores, cantantes qué mas da!! ) que lo mataron a la salida de un boliche de Villa Gesell lo atacaron con premeditación, lo golpearon por la espalda y cuando estaba indefenso en el piso, actuaron sobre seguro y con alevosía.
Los 10, algunos, un grupo, los que sean, quedarán marcados y manchados de sangre para toda la vida.
Lo que digan los inútiles comunicados de los clubes de rugby, comentarios de periodistas, de jugadores, de amantes de este deporte, de los que juegan con o sin reglas, de los que participan de un tercer tiempo amigable, de la camaradería no tienen ninguna importancia porque lo que pasó, la muerte de Fernando, este acto infame, no pasó en la cancha, pasó EN LA CALLE, a la vista de muchos, en la puerta de un boliche, se filmó, nadie ayudó y pasó en un país descontrolado y salvaje donde nadie pudo salvar a un "pibe de 19 años que murió después de una feroz golpiza".
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