Volvimos de Canadá. Fueron 5 semanas y pico, de este a oeste, rascacielos, ciudades, naturaleza, mi hija, mi yerno, caminatas, osos, montañas, lagos, museos y civismo. Un viaje maravilloso a un país que no estaba en mi lista de “posible viajes” pero fue un recorrido que nos llenó de energía y luz. Sacamos centenas de fotos, sí, centenas con la intención de conservar aún más y para siempre el color, el brillo, los recuerdos, las risas, los momentos.
5 semanas y pico no es mucho ( y no soy de esas personas que turistea unas semanas y cree conocer toda una sociedad!) pero lo suficiente como para decirles que más allá de nuestro primer objetivo: visitar a C&D, los anfitriones de esta historia, pasear por un país donde la ecología es importante, la sonrisa es importante, el buen trato es importante, los parques son importantes, el aire libre es preciado, donde los árboles cuentan y donde se respira el civismo (y urbanismo), fue una experiencia más que agradable.
Ya sé, ya sé. No todo lo que brilla es oro y el sueño canadiense no debe ser tan tan maravilloso para todos porque el mundo es así de desigual, porque el clima es muy rudo, la vida muy cara, porque te cobran hasta el aire que respiras (así funcionan las cosas, los impuestos son muy altos, pero si se quieren calles limpias, basura reciclada, ciudades seguras, respetuosas, tránsito ordenado y otras ventajas de la vida mundana, cuando se puede, no queda más que pagarlos), porque Vancouver huele a marihuana libre día y noche (y a mi me molesta porque no fumo ni un cigarrillo de chocolate), porque los sin techo deambulan sin rumbo por las calles como en todas las grandes ciudades (aunque no totalmente abandonados por el estado en un país que puede tener -30 grados y + bajo cero), porque la historia no fue justa con las “first nations”, porque la droga y el alcohol hace estragos , YA LO SÉ. Pero si hay algo que me hizo bien, al menos por algunas semanas, además de disfrutar días maravillosos en familia, fue respirar “CIVISMO”, una palabra que muchos hemos olvidado hace ya mucho tiempo.
CIVISMO. Comportamiento de la persona que cumple con sus deberes de ciudadano, respeta las leyes y contribuye así al funcionamiento correcto de la sociedad y al bienestar de los demás miembros de la comunidad. Se entiende que el civismo implica no transgredir las pautas que permiten vivir pacíficamente en comunidad.
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