Ayer vi la última película de Almodóvar. No sé si es buena o mala, si es la mejor o la peor, si Antonio Banderas está en su mejor momento o no, no importa, lo que sí sé es que Almodóvar siempre me llega, en algún instante, al corazón. Siempre hay un recuerdo, una melodía, una Penélope Cruz (que aunque tengamos la sensación de que se repite siempre es maravilloso verla), un trozo de infancia, flashes psicodélicos de una época, siempre hay algo que nos toca el corazón.
En esta película además hay una Julieta Serrano de 86 años increíble, un monólogo conmovedor de Asier Extandia y un niño, Asier Flores, sensacional. Sí, muchos adjetivos, lo sé, pero es que los dolores y las glorias de Almodóvar, me han emocionado otra vez.
En esta película además hay una Julieta Serrano de 86 años increíble, un monólogo conmovedor de Asier Extandia y un niño, Asier Flores, sensacional. Sí, muchos adjetivos, lo sé, pero es que los dolores y las glorias de Almodóvar, me han emocionado otra vez.
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