Qué pena que una sea razonable (más aún con la edad) y respetuosa porque la verdad que, a veces, a una le gustaría romper las reglas y aprovechar estos medios para decir lo que piensa, fuerte, bien fuerte sin importarle enemistarse con alguien, oponerse a otros... Muchos lo hacen pero a mi me cuesta, a veces prefiero el “no comments” para evitar la polémica, un insulto, una mala interpretación...
¿Miren si yo publicara todo el día (generalizando) que los k son unos ciegos, que los K son unos hdp, que los peronistas son una m... , que los de Cambiemos están meando fuera del tarro , ni hablar de los empresarios deshonestos ni de ladrones miserables. Diría que los senadores no sirven para nada, que la Argentina no tiene cura, que Michetti es una estúpida, que estoy podrida del “flan macrista” , del bebé de Marley, que éste o ésta o estos merecen... etc. etc. etc... ? Con vergüenza ajena y furia cotidiana caerían también los curas degenerados, Maduro, Trump, Ortega, los evasores, las leyes de inmigración, los que defendían las "ideas bolivarianas" y ahora están bien escondidos, el recalentamiento global, el FMI, el papa, la Cruz Roja, la OMS...caería el mundo entero, el mundo entero, caería en mis garras, muy básicas, ¡el mundo entero! caería y sería insoportable.
Me da bronca a veces ser tan socialmente correcta. Igual como no soy una “influencer” , mis palabras solo servirían para descargarme, gritarme, a mi solita, la tristeza inmensa que siento frente a las noticias matutinas, vespertinas y nocturnas.
El tiempo pasa (y más pasan mis días) que les digo que últimamente entre sorpresa, indignación e ira, preferiría volver el tiempo atrás, estar como la nena de la foto, leyendo en la plaza, despreocupada, imaginando un mundo mejor: limpio, sano, entero, ese con el que muchos soñábamos sin esta tela de araña en la que estamos metidos, llena de embusteros y malandras.
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