Siempre comento que si bien leo bastante, soy una lectora muy desordenada. Empecé tarde a leer seriamente. Leo un poco de todo, el libro que me atrajo desde una vidriera, el que busco especialmente, el que comentaron en el diario, el que me regalaron. Marco mucho los libros porque tengo mala memoria. Los que realmente no me gustaron, no los guardo, los dono, los regalo porque hay gustos y libros para todo el mundo. Leo uno atrás de otro, dos al mismo tiempo y a veces más. Es difícil seguir mi ritmo desordenado.
A veces leo de un tiro y otras veces arrastro la lectura. A veces los dejo y los retomo algunas semanas después. Tengo libros para la playa, otro para los días grises, otro para los aviones y otro para ir leyendo en el ascensor o las salas de espera.
Conclusión: ¿vieron que hay gente que se siente desnuda sin su celular? Yo me siento desnuda sin un libro.
Aquí les comento los últimos que leí, comentarios sin pretensiones, solo con la idea de compartirles mis lecturas.
1. Del Mundo que conocimos
La Antología personal de cuentos de Abelardo Castillo , los elegidos, los preferidos del autor, recientemente fallecido. Cuentos crueles, cínicos, inolvidables, cruelmente inolvidables. Maravillosamente cínicos.
Antes de comprarlo, leí en un entrevista del diario La Voz de Córdoba, esta introducción. Después de leerlo estoy convencido que todo cabe en Del mundo que conocimos.
"El artista traza un recorrido propio, íntimo, un mapa personal. Son 15 relatos que construyen una constelación. Cada quien imprimirá sobre ese conjunto una imagen diferente, con la certeza de que la trama que los une es, en cierto modo, un secreto que Castillo comparte con sus lectores en una lengua que aún está por descubrirse.
Un grupo de amigos, un prostíbulo, una navidad siniestra, un mendigo, la propuesta de un suicidio colectivo, un tren a un destino definitivo, un regreso imposible, un gesto de venganza. El alcohol y sus caminos, los desbordes, el arrepentimiento, la brutalidad, la conciencia, la mentira, la hipocresía, la muerte, la escritura, la locura, el miedo, la memoria, la pasión, la soledad, el fracaso, el desengaño, la crueldad. Islas del archipiélago Castillo que se van entrecruzando con menciones, ecos u homenajes a Discépolo, William Blake, Shakespeare, Kierkegaard, Edgar Allan Poe y Kafka. Todo eso cabe en Del mundo que conocimos.
2. De qué hablo cuando hablo de escribir
Para una crítica sobre el libro de Murakami, les aconsejo la del diario La Nación . Lo mío es más sencillo.
Haruki Murakami dice: "Se podría considerar este libro como una especie de ensayo autobiográfico, aunque no lo escribí con esa idea. Mi objetivo era ceñirme lo máximo posible a la realidad para explicar las distintas fases por las que he pasado hasta llegar al lugar onde me encuentro hoy en día,, cómo ha sido mi camino de escritor... "
Ahora bien Murakami ¿Se repite? si, un poco. ¿Un lenguaje sencillo? sí, tan sencillo, tan conciso que sorprende.
Este libro podría ser una "especie de guía para quienes aspiran a ser escritores" como dice el autor y por supuesto para los amantes del escritor japonés para que conozcamos algo más su talento, su disciplina y sus maneras.
"Lo que me gustaría que comprendan todos los lectores interesados en este libro es que, en esencia, me considero una persona normal..."
" Ignoro hasta qué punto pueden servir a los lectores estas reflexiones....A pesar de todo, aunque sea poca cosa, me alegraría de verdad que sirviera para algo"
Un libro de Carlos Ulanovsky para los que les interese el periodismo y la historia del periodismo.
Me gustó porque hay muchos nombres que circulaban en mi casa. Medios que los veía sobre el escritorio de mi padre, muchos nombres que trabajaron con él, que conocí o que más tarde yo misma trabajé. Además aprendí mucho sobre los medios durante el largo período en el que estuve ausente del país. Ya había leído el primer tomo, ahora terminé el segundo. Muy interesantes ambos.