“El gobierno argentino confirmó la reducción del “impuestazo”
a los autos. Casi todos los autos nacionales quedarán, por el momento, fuera
del tributo...” así se anunciaba el levantamiento de un impuestazo en la venta
de los autos 0 km.
¿Es que acaso los funcionarios no leen lo que pasa en el mundo? ¿Es
que no ven que en el mundo, los escándalos en la industria
automotriz y la protección del medio ambiente está invitando a imaginar
ciudades distintas?
Ahora,
en países que intentan preocuparse por estas cosas, surgieron algunas
soluciones: coches de uso público compartido, propietarios de vehículos
que comparten gastos con otros pasajeros en sus trayectos habituales, días
libres de automóviles, más sendas para bicicletas.
"...La idea de que
se limite el uso del automóvil en las ciudades puede sonar tan increíble como
imposible parecía hace dos décadas que el tabaco acabara siendo proscrito de los
lugares públicos..." dice este interesante artículo goo.gl/A4qMmR
En el mundo se calculan que más 1200 millones de
vehículos y se pronostica que en el 2035 llegaremos a 2000 millones. Cifras
alarmantes frente al preocupante proceso de calentamiento global, comenta Emma Rodríguez en su artículo No todos queremos coches.
Cuando vemos que India, que cuenta con una ciudad
como Nueva Delhi clasificada como la ciudad con el aire más sucio del mundo,
acaba de lanzar al mercado un auto baratísimo que no hará más
que acrecentar el mercado automóvil de ciudades más
que saturadas en lugar de invertir más y más en los medios de transportes
públicos, da pena.
La alerta por contaminación se vuelve cotidiana
dice otro artículo goo.gl/anK15X en el que me detuve. Milán, Nueva Delhi,
San Pablo, El Cairo, Pekín son sólo algunas de las ciudades ahogadas por la
polución. Muchas han adoptado planes de control pero esa no es la solución. Lo
que hay que hacer es cambiar el modelo de las ciudades. Para imaginar una
ciudad sin coches solo
falta resolver el factor económico, es
decir, el impacto en el sector, pero no la viabilidad de la idea.
Por último les cuento que hace un par de semanas
leí la magnífica columna (como siempre) de Juan José Millás: La Imagen. Mostraba
una fotografía de Madrid con una capa (la boina) de partículas ultrafinas suspendida sobre los edificios de la ciudad.
"La pregunta es si al
tragarnos toda esa basura nos estamos tragando también una concepción del
mundo..." - empezaba Millás
su reflexión.Así es, así va el mundo señor Millás.
Así vamos por el mundo tragándonos basura y concepciones de un mundo que no da más. Se levanta un impuesto para fomentar la compra de autos, se construyen autos baratos para inundar las ciudades, se esquivan controles mediambientales... así va el mundo hasta que un día diga basta.
¿Es que acaso los funcionarios no leen lo que pasa en el mundo? ¿Es que no ven que en el mundo, los escándalos en la industria automotriz y la protección del medio ambiente está invitando a imaginar ciudades distintas?
"La pregunta es si al tragarnos toda esa basura nos estamos tragando también una concepción del mundo..." - empezaba Millás su reflexión.Así es, así va el mundo señor Millás.
Así vamos por el mundo tragándonos basura y concepciones de un mundo que no da más. Se levanta un impuesto para fomentar la compra de autos, se construyen autos baratos para inundar las ciudades, se esquivan controles mediambientales... así va el mundo hasta que un día diga basta.