Muchos habrán escuchado las desafortunadas palabras
del Ministro de Economía argentino, Alex Kicillof, que dirigió a la diputada
Victoria Donda en respuesta al reclamo de un índice de pobreza serio y no al
mamarracho que intenta ofrecer el gobierno.
Nooo, no, no haré un análisis político. No me
atrevería. Simplemente es que, como siempre, anduve leyendo por ahí un
#manuscrito de #HéctorGuyot, uno de los excelentes columnistas de La Nación,
sobre el tema. Y al ratito, leí Feminizar al hombre no es un camino. de @MiguelEspeche.
Muy bueno.
Cuestión que leyendo aquí y allá me acordé del #niunamenos que invadió las redes
sociales, que llevó 300 mil personas a la plaza del Congreso y me acordé que en
la Argentina se sigue asesinando a una mujer cada 30 horas, que continúa sin implementarse la ley
de protección integral contra las mujeres, no hay un registro de cifras
oficiales y el porcentaje del presupuesto asignado es insignificante, según denuncian
organizaciones sociales.
Me acordé de lo mucho que se tilda
de machista a cualquiera como si nada, sin tener en cuenta el verdadero sentido de las
palabras. De lo mucho que se habla de la violencia de género a toda hora, de
las escenas de violencia en televisión, en la publicidad sin que nadie
diga una palabra. ¡Para qué hablar de la violencia de género que ciertos
personajes políticos y faranduleros aportan todos los días!
También pensé en que hace muchos
años, en España, vi un reportaje terrible sobre una asociación para hombres golpeados.
Me acuerdo que me dejó mal ver a esos hombres llorando, golpeados, acobardados
seguramente porque la “violencia doméstica
donde los hombres son las víctimas” es una tema de conversación poco recurrente
en nuestra sociedad.
“No existe una conciencia social sobre este
drama que, lamentablemente, ocurre más de lo que muchos piensan. Sin embargo,
lo llamativo del asunto es que cuando se habla de ello, no es
extraño oír risas o burlas. Esto hace que el problema se agrave, porque los hombres víctimas de la violencia doméstica acaban silenciando el problema por miedo o vergüenza a la reacción de
los demás. Si la víctima fuera una mujer nadie se ríe pero por alguna razón, si las
situaciones dramáticas le pasan a un hombre, suena divertido. Y no es
divertido. No es gracioso” – dice hombresmaltratados.es,
una revista que trata la realidad de los hombres maltratados porque son muchos los hombres que sufren maltrato, más de
lo que imaginamos los que sufren la violencia de sus parejas, física,
psicológica, a modo de denuncias falsas o chantaje con los hijos.
Es verdad, muchas
veces, la violencia de este tipo pasa sin darnos cuenta y el cartel de la
campaña seguirá siendo #niunamenos en femenino hasta que alguien empiece a hablar.