5,8 millones de toneladas de textiles son desechadas cada año por los europeos. De ellas solo un 25% son reutilizadas por organizaciones benéficas o la industria...
La foto corresponde el artículo mencionado de El País Semanal |
Hay muchas organizaciones que se ocupan de recuperar, clasificar, mirar, ordenar, separar, vender. Ayudan a exportar "eso que no queremos" a países del Este y a los grandes, inmensos, mercados africanos.
Hasta acá, pareciera que muchos tenemos buenas intenciones. Nosotros damos, ellos organizan, nosotros nos desprendemos, ellos reparten.
Cada vez son más las empresas que se comprometen con una "ropa respetuosa con el medio ambiente", con un discurso ecológico, con la moda vegana, con el uso de materiales orgánicos etcétera, etcétera, etcétera pero, paralelamente, tienen que sobrevivir. Entonces, lanzan campañas con onda ecológica pero que finalmente lo que hacen es seguir incitando el consumo sin freno.Normal, business is business
Todos sabemos que hay que hacer funcionar el comercio pero cambiar nuestra vieja camiseta o jean por 2 flamantes prendas ecológicas no sé si sirve de mucho. Llevar bolsas de ropa usada a cambio de descuentos en ropa nueva tampoco. Hasta que uno no comprenda que la vida útil de una prenda debería durar algo más que "tres años y medio en promedio", que comprar 2x1, llevar 3 y pagar 2, o "traiga su usado y le damos el oro y el moro"...no hacen más que hacernos consumir más y más. No hay misterio, hay que bajar el consumo.
Si no lo entendemos, las toneladas de textiles desechadas seguirán aumentando. Lo más loco es que en muchas ciudades, las organizaciones benéficas ya no aceptan donaciones porque no tienen ni cómo ni dónde acumular y absorber nuestro consumo desenfrenado ni nuestras "ropas que no queremos".