Hace poco leí en la revista Sophia (Argentina) una nota sobre las novelas gráfica, un mundo que suma cada vez más fans. En la última década han tenido un crecimiento comercial fabuloso a punto que desde hace 4 años, el diario The New York Times las incluye en el ranking tan famoso de libros del NYT.
Resumo algunas de las virtudes que las autoras del artículo, Astrid Hoffmann y Agustina Rabaini, encuentran en este género.
- La novela gráfica no es un cómic, son historias de línea narrativa similar a las novelas literarias, pero ilustradas con viñetas y en general publicadas en formato de libro.
- Suelen estar pensadas para el público adulto
- Combinan imagen y palabra, creando un lenguaje casi cinematográfico.
- Puede ser una buena manera de aproximarse a sucesos históricos.
- Es una excelente alternativa para releer novelas clásicas desde otro formato.
Recuperé esta nota cuando había terminado, un clásico, MAUS de Art Spiegelman.
Maus narra la historia del padre del autor, un judío polaco que sobrevivió al Holocausto. Esta obra ganó el premio Pulitzer y permitió que la novela gráfica entrara a la literatura por la puerta grande.
Algunas de las recomendaciones propuestas por Sophia las leí y hasta las comenté en este blog como
- Persépolis de Marjane Satrapi
- Jerusalén de Guy Delisle (y también Crónicas Birmanas),
- Habibi de Craig Thomson