Hace algunos meses un amiga me regaló el libro "Le coeur cousu", la primera novela de la escritora francesa Carole Martínez. En español se llama Los hilos del corazón y está editada por Tusquets.
Cuando se publicó, la crítica no la tuvo en cuenta, pero sí los lectores y libreros y gracias a ellos se convirtió en un éxito.
El título surgió después de que alguien le contara a la autora una vieja tradición española. En alguna región de España, cuando las ancianas sienten que van a morir, fabrican una almohadilla en forma de corazón, la rellenan con sus secretos y la ofrecen a la hija mayor. Esos corazones nunca deben ser abiertos. Para Carole Martínez este libro es uno de esos corazones que sí ha sido abierto.
Es la historia de un personaje principal, los lazos que se tejen y unen a madres e hijas y las peripecias de este linaje de mujeres que se va transmitiendo a través de una misteriosa caja de costura.
La heroína se llama Frasquita Carrasco, una mujer con poderes extraordinarios que, en la España del XIX, huye de Andalucía, donde su marido la pierde en una pelea de gallos, cruza el Mediterráneo. y se refugia en Argelia.
Frasquita tiene dones que se reflejan, se expresan en los vestidos que ella cose y en los objetos que borda.
Las flores creadas para un traje de novia están tan vivas que se marchitarán bajo miradas celosas del pueblo, un abanico parece tener vida propia, un corazón bordado que palpita o las alas de una mariposa que se volará por la ventana...
Es un libro romántico, poético con objetos inanimados que tienen corazón, vida, alma, que hablan y transmiten, que dicen a veces más cosas que nosotros mismos.
Cuando lo terminé asocié este libro con una vieja película (1995) How to make an American quilt (El patchwork de la vida en español) donde bajo un gesto colectivo 7 mujeres cuentan en un manta sus historias, sus trozos de vida, sus primeros amores, sus sueños, sus esperanzas, sus penas, sus traiciones.
Y por supuesto también pensé en mi sencilla historia "El mantel más largo" porque también mi mantel cuenta una historia, mis mariposas vuelan y también, sin la maestría de Carole Martínez, transmiten un mensaje.