San Juan , 31 de agosto 2012.
9.30 horas.
Marisa Molina, directora de la Escuela de Nivel Inicial N° 11 y su marido pasaron a buscarnos por
el hotel en la ciudad de San Juan. A las 10 de la mañana teníamos que estar en
el acto.
Marisa y yo nos habíamos conocido personalmente apenas un día antes aunque algunos meses atrás ya habíamos creado un vínculo por internet cuando
Marisa nos anunció la buena noticia: la escuela.
Su escuela, nos contó, ya no sería un número sino que tendría su propia identidad, se llamaría ENI N° 11 “Marta Giménez Pastor”.
Su escuela, nos contó, ya no sería un número sino que tendría su propia identidad, se llamaría ENI N° 11 “Marta Giménez Pastor”.
Durante el corto trayecto del hotel hasta la escuela, Marisa, muy
entusiasmada, me contaba el porqué de esta elección y todos los trámites, pedidos, presentaciones, permisos que tuvieron que hacer para obtener la aprobación del nombre de mamá. Nos íbamos acercando. Era la primera vez que tenía que hacer honor a su nombre en un acto
y representar a la familia. Estaba nerviosa. Había escrito unas pocas líneas de agradecimiento pero no sabía si mi timidez me permitiría hacerlo.
Mi hija Julie, que
me acompañaba en este viaje, me animaba diciendo: “Todo
saldrá bien mamá”.
Frente a la puerta de la escuela
Marisa, cálida, orgullosa, me mostró el nombre
de "mi mamá " en la entrada.
Me presentó a la simpatiquísima Estela Molina, Vicedirectora de la escuela y compañera de la
iniciativa. Conocí a todas
las maestras que con delantales azules me agradecían y me demostraban la
alegría de compartir este momento con la familia de Marta. Conocí a los chicos, ex alumunos, padres,
personal de la escuela, autoridades y al simpático profesor de gimansia.
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El acto empezó.
Las maestras de ceremonia, Adriana Galdeano y Marcela Dilelio, empezaron las presentaciones.
Empezaron los discursos: el del diputado Provincial Hugo Díaz, el de la Supervisora de Educación incial, Profesora Graciela Caballero mientras a mí , sentada en primera fila, como una buena alumna no se me iba la sonrisa, solo se me desvió la mirada muchas veces hacia los chiquitos bien sentados esperando ansiosos su participación en el acto.
Empezaron los discursos: el del diputado Provincial Hugo Díaz, el de la Supervisora de Educación incial, Profesora Graciela Caballero mientras a mí , sentada en primera fila, como una buena alumna no se me iba la sonrisa, solo se me desvió la mirada muchas veces hacia los chiquitos bien sentados esperando ansiosos su participación en el acto.
Cada palabra dicha transmitió que la escuela “De la
mano de Marta y su obra transitamos y disfrutamos los caminos de la
imaginación, la magia y la fantasía…”
Y bajo las manos de dos apasionadas, dos maestras de corazón, como lo son Marisa y
Estela lograron un objetivo: dar una identidad a la escuela que hace 21 años que solo era un número y ahora lleva el nombre de Marta.
Marisa Molina, directora de la Escuela Marta Giménez Pastor |
Canté con ganas el Himno Nacional, ví a los abanderados y aplaudí feliz a los chicos recitando MI CONEJO SERAFÍN y cantando MI BARCO entre
otras Canciones en Sube y Baja bajo la batuta de Elizabeth Musu, profesora de música.
LLegó el momento del discurso de Marisa
Molina que con delantal de gala contó, con voz cortada por la emoción, quien era mi madre. Me llené de orgullo y vi a Julie muy contenta..
Fue un discurso que no solo mostró el esfuerzo y
empeño que puso todo el personal de la escuela para la aprobación del nombre sino también transmitió, lo que Marisa me dijo horas más tarde, “un sueño cumplido”.
Después llegó la proyección de la historia de la escuela, con momentos inolvidables de la
escuela N° 11 mechados de imágenes y palabras de Marta.
¿Qué más? Hubo mucho más.
La Pancita del gato |
Retrato de Marta |
Paseamos por las salitas de los chicos viendo los divertidos
trabajos sobre poemas y cuentos de mamá. Me encantaron los retratos, me gustó “Conejita nariz
de flor” y “La pancita del gato”...Cada uno de los dibujos, fue
una galería de recuerdos, un recorrido por mi infancia y para Julie fue la oportunidad de conocer una abuela con la que compartió muy poco tiempo.
Además nos regalaron abrazos, flores, recuerdos,
fotos, dibujos de los chicos, el DVD recordatorio de este día, vino
sanjuanino, jugo, sándwiches de miga, nueces de San Juan, señaladores con la
imagen de “La Pancita del Gato”, esa ilustración inolvidable de Kitty Lorefice,
una caja de madera artesanal con la imagen del Conejo Serafin, la copia del pergamino
ley de la Cámara de Diputados de la Provincia que sanciona el nombre MARTA
GIMÉNEZ PASTOR a la escuela de Nivel Inicial N° 11.
Placa Conmemorativa |
Estela Molina, Vicedirectora, mi hija Julie y la foto de Marta |
Además inauguré la placa recordatoria y mi hija Julie
descubrió una foto, una de las fotos más lindas de mamá.Esta foto fue tomada por las grandes fotógrafas Alicia D’Amico y Sara Facio. Una foto
que muestran “las manos de mamá”, una de las cosas más lindas de mi madre.
Unas manos que hicieron muchas cosas entre ellas escribir:
Unas manos que hicieron muchas cosas entre ellas escribir:
“De las manos de mamá pueden salir muchas cosas:
Un vestidito nuevo,
Una manzana,
Un sanasana colita de rana
y
hasta una paloma mensajera
con una carta para los Reyes Magos.”
Mi discurso.
Julie me empujó hasta el micrófono. No podía irme de la escuela sin decir un gracias gigante.
No agregué nada
nuevo a las gratas palabras dichas por quienes saben hacerlo mejor que yo.
Pero, con voz tímida, pude agradecer el trabajo y las ganas que pusieron todos, grandes y chicos y compartí aspectos de Marta, de mi madre, que sólo yo y mis
hermanos conocemos y dije:
“No puedo dejar
de mencionar que Marta Giménez Pastor además de haber sido maestra, escritora y poeta, fue esposa del periodista Daniel Viacava, mamá de 3
hijos, abuela de 6 nietos y bisabuela de dos varoncitos.
No puedo dejar de
mencionar que Marta vivió divertida toda su vida. Mamá disfrutaba de todo, se reía de todo y fue muy feliz. Fue
feliz con su vida de mamá, fue feliz con su vida profesional y siempre
estuvo muy agradecida porque la vida le permitió dedicarse a lo que siempre
quiso hacer: Escribir, enseñar y soñar.Sé que, desde
algún rincón del cielo, está acompañándonos.
Muchas gracias a todos y deseo que
esta escuela, la escuela Marta Giménez Pastor,
eduque a muchos, muchos chicos en la dulzura de la poesía de Marta y la de
todos los poetas que nos endulzan la vida”.
Se imaginan que a esa altura, y antes de hacer la modesta donación de algunos de los libros de mamá a la biblioteca de la
escuela, se
me piantó miles de lagrimones.
El acto terminó
Quiero dar un sincero GRACIAS a José "Pepe" Musu y Elizabeth Musu que tan generosamente crearon y cantaron REINA DE LA POESÍA.
Padre e hija, familia de músicos, con guitarra y
teclado, cantaron :” …Aunque no te conocí
Marta Giménez Pastor con humildad de poeta quise hacerte esta canción... “.
Prometo publicarla entera en forma de agradecimiento a un gesto inolvidable.
En nombre de mis hermanos y nietos de Marta:
Muchas gracias a Marisa, a Estela, a Elizabeth Musu, profesora de música, a su papá José, a las 10 maestras, a Ricardo Martínez el profe de gimnasia, a las 5 encargadas no docentes que hacen que se abran las puertas todos los días,, a los 220 chicos que cantaron, recitaron, se portaron muy bien, me llenaron de regalos y que pensaron que Marta además de escribir canciones había cruzado los Andes con el general San Martín.
Si bien algunos de los nombrados tuvieron más "exposición" que otros, todos trabajaron con gran compromiso, dedicación, responsabilidad y ganas: ¡este acto se los debo a todos!
Gracias a las autoridades, a la librería Amuyen de San Juan por tener en sus estantes 100 cuentos para leer antes de ir a dormir y gracias a la provincia de San Juan, provincia que ahora será parte de nosotros.
Muchas gracias a Marisa, a Estela, a Elizabeth Musu, profesora de música, a su papá José, a las 10 maestras, a Ricardo Martínez el profe de gimnasia, a las 5 encargadas no docentes que hacen que se abran las puertas todos los días,, a los 220 chicos que cantaron, recitaron, se portaron muy bien, me llenaron de regalos y que pensaron que Marta además de escribir canciones había cruzado los Andes con el general San Martín.
Si bien algunos de los nombrados tuvieron más "exposición" que otros, todos trabajaron con gran compromiso, dedicación, responsabilidad y ganas: ¡este acto se los debo a todos!
Gracias a las autoridades, a la librería Amuyen de San Juan por tener en sus estantes 100 cuentos para leer antes de ir a dormir y gracias a la provincia de San Juan, provincia que ahora será parte de nosotros.