La biblioteca de Kensal Rise, en el distrito londinense de Brent, la biblioteca que Mark Twain inaguró en la ciudad en el 1900, pegó hace unos meses un cartelito en su vidriera que decía: "Salvemos la Biblioteca Kensal Rise" y esto porque sobre las 12 bibilotecas que hay en el distrito la mitad pueden desaparecer.
El Reino Unido prevé clausurar unas 400 bibliotecas como parte de un plan de ahorro que afrontan la mayoría de las administraciones públicas en Europa.
A pesar de que una ley de hace 50 años obliga a los ayuntamientos a ofrecer servicios de bibliotecas, el gobierno británico ha dado vía libre al cierre con el fin de ahorrar ya que consideran que el avance de las nuevas tecnologías e internet las ha hecho obsoletas.
En respuesta, se lanzaron campañas para tratar de salvar estas instituciones públicas tan importantes como los pubs o las Fish and Chips en el Reino..
Entre ellas, la biblioteca de Kensal Rise lanzó la suya. Esta biblioteca, como tantas otras, son un trozo de patrimonio para los ingleses.
Atraen a muchos lectores, muchos de ellos personas mayores o gente sin recursos que por medio de estas "libraries" tienen acceso gratuito a los libros y a Internet.
La página de Internet, Save Kensal Rise Library se abrió y la campaña recibió una masivo apoyo local, de la prensa nacional,internacional y de gente de la cultura. Todos unidos para difundir la noticia, participar y demostrar a las autoridades la importancia que tienen estas bibliotecas locales.
Pero nada. Nada de esto convenció a los jueces. Nadie buscó otras alternativas con menor impacto negativo para la población. Lo único que se logró es postergar de un año la decisión de cerrar la biblioteca con el objetivo de reducir costos frente a la crisis económica.
La justificación de esta medida es que el costo de cada visitante es muy alto, no tienen muchos visitantes o están mal ubicada y eso cuesta mucho al gobierno.
"O se organizan menos cantidad de bibliotecas y se mejoran al máximo, o continuamos a solventar sitios que cuestan mucho y son cada vez menos frecuentados" - dice el gobierno inglés.
A cambio, el gobierno creó una gigantesca biblioteca bautizadas New Civic Centre Library. Pero para muchos es muy lejos, no podrán llegar y perderán así el hábito de ir a la biblioteca del barrio.
Hay otros movimientos como el www.brentsoslibraries.org.uk/sos/ que intentan luchar para evitar el cierre "de los únicos lugares cool y gratuitos del barrio".
Philip Bromberg, jardinero de profesión, devorador de libros desde chico, miembro del movimiento del SOS libraries dice:
"Cerrar las bibliotecas del barrio es hacerles más difícil la vida a la gente modesta [...] cerrarlas y no buscar soluciones alternativas es ignorar las necesidades de la comunidad.."
Esta noticia la leí hace un par de meses (y la tenía pendiente) en el diario francés Le Monde pero todos los diarios se sumaron en su momento a transmitir la noticia como lo hizo el diario español El País diciendo:
"El problema de fondo es que las bibliotecas no tienen por qué ser un negocio rentable, sino una inversión en el bien común con beneficios intangibles pero no por eso menos necesarios ".
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