Querido Papá Noel:
No te apures. Yo sé que es tarde para pedirte EL regalo. Pero es que este año fue ¡tan ajetreado! ¡tan atareado! que la verdad es que las 24 horas del día me quedaban cortas. Y creo que el 2012 pinta igual.
No tuve tiempo para escribirte una carta con linda letra y pedirte "el regalo más deseado". En realidad, creo que lo único que te hubiera pedido son días de 48 horas.
Entonces este año me dejé llevar por la mejor de las oportunidades: recibir regalos sorpresas. Cosa que nunca hago. Y hoy te escribo una carta para agradecerte los regalos que me hiciste, tan bien envueltos y llenos de moños ¡Qué bien me conocés Papá Noel!
No, no no.. nada de joyas ni Tabletas IPad, ni sofisticados teléfonos, ni zapatos de taco, ni sesiones de spa...nada de eso. Me regalaste cosas que me pusieron muy contenta: las sierras de Córdoba, familia, amigos, choripanes, la frase del año de Mafalda, asados, una almohada de viaje, un pijama, libros varios, revistas para trabajar, una lapicera preciosa y un súper "sac à magazines". Así es, Papá Noel. Lo pasé muy bien.
Ahora durante un año podré escribir como loca con tu lapicera que parece la camiseta del Racing Club. Podré pasearme con mi pijama escocés y medias de lana, cargar decenas de revistas en mi bolso kitsch de revistas de aquí para allá, enterarme todo sobre mi perro en "El libro de oro de los perros", enterarme de todo lo que me va a pasar en el 2012 con el horóscopo chino de Ludovica Squirru, soñar con viajes a la luna y con la próxima navidad apoyadita en mi almohada.
Mireya, tu eterna admiradora