Hoy quiero escribirles sobre un periodista. Sobre mi padrino profesional, mi papá postizo. Sobre un amigo, más bien amigazo, al que quiero profundamente. Hoy quiero escribirles sobre Fernando Vidal Buzzi.
Nos conocimos hace muchos años,en la Revista Salimos. Yo hacía mis primeros pasos en el periodismo y él, que ejercía varios metiers al mismo tiempo, era... ¿el Secretario de Redacción? poco importa, para mí, era el "gran jefe".
Desde el primer momento, Fernando me acompañó, me aconsejó, me protegió, y nos hicimos muy amigos y yo lo adopté como padrino. Yo le presenté a mi padre, Daniel Viacava, Director de la Revista La Nación en ese momento, y se hicieron amigos, muy amigos. Le presenté a mi madre y se hicieron amigos, muy amigos. Los Viacava conocimos a su esposa en ese momento de su vida, la fotógrafa Julie Weisz (que merece capítulo aparte) y nos hicimos amigos, muy amigos. Conocimos a sus hijos, compartimos cenas, restaurantes, trabajo, copas de vino, trozos de queso, casamientos, nacimientos, viajes, distancias y hasta pérdidas. Una verdadera historia de amistad y cariño.
Fernando, junto a otros como Miguel Brascó y el equipo de la revista Gourmet, Cuisine et Vins, me enseñaron algo de la "crítica gastronómica" y con ellos aprendí a diferenciar una trucha de un salmón.
Con ellos conocí "los lugares IN y los OUT de la gastronomía argentina", con ellos conocí a grandes como Francis Mallman, el Gato Dumas, Ada Cóncaro, Ramiro Rodriguez Pardo, Jozami... y tantos otros. En pocas palabras, aprendí el Who is Who de la gastronomía argentina de esa época.
Pero después de un viaje a la India, muy corto pero decisivo, dejé el seudo periodismo que ejercía y puse mis ojos y mi corazón en Europa y en otros intereses: como casarme, tener hijos y conocer el mundo. Sin embargo, pese a mi alejamiento de la gastronomía, del periodismo, del país y a los cambios de rumbos, la amistad con Fernando perduró.
Fernando Vidal Buzzi, fue una de las figuras más respetadas del periodismo gastronómico en Argentina. En 1980, inició su página dedicada a la crítica gastronómica en la revista Mercado. Luego sus críticas y sus comentarios fueron publicados en el diario El Cronista Comercial y en las revistas Salimos, La Nación, Cuisine & Vins, Playboy y continúa, desde su primer número, en la revista Noticias.
En 1994 Fernando decide encarar una Guía de restaurantes de Buenos Aires. En la ciudad existían algunas, pero eran guías comerciales, es decir guías donde los restaurantes pagaban por su figuración.
- "La idea - contó Fernando - era la inversa: era crear una guía independiente, con calificaciones, con un equipo de "inspectores" no identificados, que pagaran la cuenta como cualquiera y dieran una opinión real ".
La idea funcionó durando muchos años que Fernando y su equipo publicaron una guía que premiaba y castigaba los restaurantes de Buenos Aires.
La última vez que fui a Buenos Aires, por supuesto, fui a visitarlo. Nos reencontramos con el cariño de siempre. Almorzamos en su casa. Hablamos de cosas de la vida como lo hacen los verdaderos amigos. Hablamos de viejos conocidos, de nuevos restaurantes, de la gastronomía de hoy, de su programa Los Caminos de Vidal Buzzi. Yo le dije que tiene que escribir un libro, con sus experiencias, le dije que tenía que dejar la guía a sus "inspectores"... y así pasó la tarde entre proyectos y recuerdos. Cuando llegó el momento de despedirnos, Fernando me acompañó hasta la puerta, me abrazó y me dijo:
- NO NOS PERDAMOS MÁS.
Me fui con la guía de restaurantes en la mano y con lágrimas en los ojos. Otra vez la nostalgia de mi Buenos Aires querido y de otras épocas me habían jugado una mala pasada.
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