Hace un par de años le pregunté a mi amiga Pascale M. cómo era un 31 de diciembre en Caracas. Me contestó:
- Es la experiencia más cercana que he tenido a una guerra
Me reí y esperé. Ayer lo viví. Fue más de una hora de PUM, PAM, PFFFF, PAPAPAPAPAA, TRAATTAARRAAAA, BAM,BAM,BUM. Fue más de una hora de rojos, azules, verdes, blancos, plateados. Una hora de estrellas, palmeras, lluvias y otros PUM PAM PAM PAM BRUM BRUMMMM como sólo se ven en las películas. No era ni el año 2000 ni el mundial de fútbol, era un año nuevo más, pero Caracas se iluminó con luces multicolores y ruidosos fuegos artificiales durante más de una hora. Desde las terrazas todos brindaban y deseaban FELIZ AÑO NUEVO a los vecinos de otras terrazas o balcones. Fue un verdadero festival para todos porque los fuegos artificiales son mágicos a toda edad. Y mientras muchos soñaban mirando un cielo brillante de colores, el presidente Chávez pidió ayuda para seguir construyendo "la patria nueva". Aún hoy, 1 de enero, suenan a lo lejos algunos BRUM BRUM PUM PAM PUM. Seguramente son los que están esperando que esa "patria nueva" sea para todos.
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