2 de enero. El suspiro nostálgico del 31 de diciembre pasó volando y me levanté de buen humor con un cuento nuevo: "Mi querida Casa".
Cambios y mudanzas marcaron este cuento, por eso tardé tanto en publicarlo. Se trata de la casa birmana. Se lo dediqué a mi hija Julie porque fue ella quien guardó durante mucho tiempo su valijita hecha en un armario de la ciudad de Lagos (Nigeria) esperando volver a su casa y al país que ella consideraba el suyo: Birmania. El árbol de manzanas, perteneció a una casa de Paris, un árbol mágico que daba manzanas todo el año (al que le debo un cuento) y que también tuvimos que dejar. El perro Gus es el nombre ficticio del flamante perro bolivariano.
Cambios y mudanzas marcaron este cuento, por eso tardé tanto en publicarlo. Se trata de la casa birmana. Se lo dediqué a mi hija Julie porque fue ella quien guardó durante mucho tiempo su valijita hecha en un armario de la ciudad de Lagos (Nigeria) esperando volver a su casa y al país que ella consideraba el suyo: Birmania. El árbol de manzanas, perteneció a una casa de Paris, un árbol mágico que daba manzanas todo el año (al que le debo un cuento) y que también tuvimos que dejar. El perro Gus es el nombre ficticio del flamante perro bolivariano.
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