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Hablemos, hablemos y después lo sabremos



Seguramente habrá centenas de blogs hablando y hablando de este tema pero ¿cómo no comentar sobre los nuevos cambios ortográficos de la Real Academia Española (RAE)? ¿cómo no comentar un cambio que nos concierne a todos? A los que tienen una ortografía perfecta, a los que cometemos errores y horrores, a los que no saben nada y a los que no pueden saber (sobre todo entre los latinoamericanos donde hay enormes focos de analfabetismos) poco importa en que rango estamos, lo que importa es que todos hablamos esta lengua. Por eso, como centenas de "bloggers" ,yo también me permito comentar.

Con la manía, que heredé de mi padre, de guardar recortes de diarios entre las hojas de los libros, recuperé en "Historia de un secuestro" de García Márquez una nota del diario español "El País" del 5 de mayo de 1997. Se trata de la osada propuesta ortogrâfica de García Márquez en el Congreso de Zacatecas, Méjico y los descuerdos que produjo entre tanto congresista y estudiado. Ya sé que todos podemos leer este discurso con un solo "click" sobre Google pero bueno, yo soy de la vieja escuela y transcribo algunos párrafos interesantes que había subrayado en ese entonces:

« ...En ese sentido, me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los ques endémicos, el dequeísmo parasitario, y devolvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revolver con revólver. ¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?..."

Y luego de la polémica que provocaron sus palabras dijo:

« …la gramática debería simplificarse, y este verbo, según el Diccionario de la Academia, significa “hacer más sencilla, más fácil o menos complicada una cosa”. Pasando por alto el hecho de que esa definición dice tres veces lo mismo, es muy distinto lo que dije que lo que dicen que dije. También dije que humanicemos las leyes de la gramática. Y humanizar, según el mismo diccionario, tiene dos acepciones. La primera: “hacer a alguien o algo humano, familiar o afable”. La segunda, en pronominal: “Ablandarse, desenojarse, hacerse benigno”. ¿Dónde está el pecado? (...)Por eso dije y repito que debería jubilarse la ortografía. Me refiero, por supuesto, a la ortografía vigente, como una consecuencia inmediata de la humanización general de la gramática. No dije que se elimine la letra hache, sino las haches rupestres. Es decir, las que nos vienen de la edad de piedra. No muchas otras, que todavía tienen algún sentido, o alguna función importante, como en la conformación del sonido che, que por fortuna desapareció como letra independiente (...) El deber de los escritores no es conservar el lenguaje sino abrirle camino en la historia. Los gramáticos revientan de ira con nuestros desatinos pero los del siglo siguiente los recogen como genialidades de la lengua. De modo que tranquilos todos: no hay pleito. Nos vemos en el tercer milenio...»


El tercer milenio llegó y con él, tarde pero seguro, la reforma tan esperada por Gabo también.Al menos una parte de ella. Los cambios ortográficos provocarán sin duda duras resistencias entre muchos hablantes...como en mi caso: ahora no sé si debo decirles que Mireya se escribe M I (latina o no específicar) R E Y ( i griega o yé) A o solo (con acento o sin?) decirles que me llamo Mireya como "la del tango".

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