Ayer leí un artículo de Terry Teachout, crítico de teatro de The Wall Street Journal, sobre la teoría que se conoce en Inglaterra como "la regla de los 10 años" o "la regla de las 10.000 horas" La premisa es que para tener éxito en algo, una persona debe trabajar en ello 20 horas a la semana durante 10 años. Si conseguimos sobrellevar esa disciplina, el éxito es asegurado. Claro, Terry habla también sobre otras cosas muy interesantes como el valor del talento, la dedicación y menciona casos de virtuosos como Mozart, el saxofonista Parker y el ajedrecista Bobby Fischer, que parece que no nacieron expertos sino que se hicieron.
Pero para mi, que ni se me cruzaría por la cabeza dudar de la genialidad innata de Fischer y menos de la de Mozart, la conclusión fue más simple: sólo me queda esperar 9 años, 3 meses, 32 horas aproximadamente para que mi talento salga a relucir después de un largo y arduo trabajo. Yo espero, finalmente el tiempo pasa volando.
Pero para mi, que ni se me cruzaría por la cabeza dudar de la genialidad innata de Fischer y menos de la de Mozart, la conclusión fue más simple: sólo me queda esperar 9 años, 3 meses, 32 horas aproximadamente para que mi talento salga a relucir después de un largo y arduo trabajo. Yo espero, finalmente el tiempo pasa volando.
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