Para los que somos amantes de las bibliotecas (y de los libros) es agradable leer sobre las BIBLIOTECAS que atesoran los escritores. El orden, el desorden, qué, cómo, cuándo, cuántos. De eso se trata este libro. Leyéndolo pensé en mis bibliotecas, en las de mis padres, las mías, las de mis hijos cuando eran chicos, no tan tupidas como las de estos escritores claro está, pero amplias, bastantes amplias y sobre todo lindas. Bibliotecas que conocieron casas, paises, mudanzas, cartones y que fueron creciendo a medida que me iba haciendo más lectora pero, con los años, comprendí que cantidad no hace calidad y hace poco empecé a desprenderme de muchos libros de mi biblioteca. ¿Por qué? 1. Porque los gustos cambian y quizás solo quiero conservar los libros que me gustan, me interesan o signifiquen algo para mi. 2. Los libros pesan y ya no puedo ir cargando libros por el mundo, en cada viaje, cada traslado, cada mudanza, cada trayecto.. 3. Porque hay que admitir que mi biblioteca, como las de
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