Hace unos días terminé de leer el “El afinador de pianos”, una novela de Daniel Mason. Ya no me acuerdo si es un libro que compré en algún momento, que heredé, pero sé que estaba hace mucho en mi biblioteca sin leer. Seguramente lo compré, tentada por su portada. Me gusta esa imagen: una birmana, una sombrilla y el templo a lo lejos. La historia transcurre en plena época victoriana. Un reconocido afinador de pianos inglés, Edgar Drake, es requerido por el ejército colonial británico para afinar un piano que pertenece a un comandante médico, bastante particular, hombre de leyenda, afincado en pleno corazón de la selva birmana con la misión de calmar los ánimos entre el Imperio y los locales en territorios Shan. Es una agradable novela, muy bien documentada, con colores, imágenes e información de la época y de algunas de las regiones de Birmania. Les diría que es también un libro de un larga travesía con un final inesperado. La guardaré en mis estantes porque como la d
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