Hace muchos años, cuando trabajaba en una revista llamada Gourmet, hicimos un entrevista al arquitecto y amigo Luis Grossman. El tema era el ruido en los restaurantes. A mi, que frecuentaba muchos restaurantes al mes, me obsesionaban los problemas de aislamiento acústico de los restaurantes. Y ese fue el tema de la nota: ¿Cómo muchos arquitectos, decoradores o propietarios ponían más esfuerzo en "la deco" que en crear un ambiente agradable y silencioso a la vez, un lugar que permitiera hablar sin tener que gritar, alargar una sobremesa y no desear partir de ese lugar a causa del ruido? El silencio ¡Qué buen invento! Un lugar silencioso ¡Qué bueno! Trabajo en silencio. Leo en silencio. Me gusta el silencio. No necesito ni música de fondo ni fiestas multitudinarias, ni parlantes poderosos, ni lugares ruidosos. Disfruto del silencio pese a que soy muy charlatana pero necesito el silencio para sobrevivir. No es cuestión de edad, es cuestión de maneras de ser. Sie
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